Después de la Navidad y en plena cuesta de Enero nos enfrentamos a… ¡LAS REBAJAS!
Las rebajas, tan ansiadas y tan temidas por nuestra pobre tarjeta de crédito. Hay veces que las esperamos con ganas, para aprovechar a darnos esos caprichos que si no estuvieran rebajados, no nos podríamos permitir.
Por eso, por mucho que tengamos nuestro armario bien abastecido de todo tipo de prendas en sus diferentes formas y colores… es casi inevitable no caer en la tentación de las queridas rebajas.
Es habitual que nos digamos a nosotros mismos; “Aunque este jersey ya lo tengo parecido, es en otro color, está baratísimo y me combina con todo, por lo tanto ¡Me lo quedo!” o algo así como… “Este vestido se lo compro a la peque, porque por está rebajadísimo, así se lo guardo para el año que viene, para cuando le quede bien de talla.”
¿Y ahora, cómo guardo esto en mi armario si no hay espacio ?
Y así, sin darnos cuenta, llegamos a gastarnos normalmente bastante más de lo que habíamos planeado en un primer momento. Después de una jornada de compras, llegamos a casa muy contentos con nuestras ideales y nuevas adquisiciones; las enseñamos a todos los allí presentes, afianzándonos de que hemos hecho buena compra, pero nos encontramos con un pequeño problemilla. ¿Y ahora donde lo meto? Si ya tenía los armarios a tope… ¿Qué voy a hacer con estas tres nuevas bolsas que traigo?
No obstante, por suerte o por desgracia, las casas hoy en día, sobre todo en el centro de Zaragoza, no tienen un tamaño excesivamente grande, o al menos, no el que a nosotros nos gustaría. Por eso, acabamos haciendo corto con todo.
Más de una vez, yo personalmente he pensado: Tengo que alquilar un trastero para poder organizar mis armarios; Empezaré quitando ropa que ya no utilizo, de otra temporada, que ya no me gusta o no me vale porque he subido o bajado de peso, o esos complementos que no llevo o que se han pasado de moda. ¿Y esa ropa de los niños que ya no les caben? Y la del hermanito mayor… ¿La voy a guardar en casa varios años hasta que le valga al pequeño? Necesito tener en casa lo que me voy a poner, y lo que voy a utilizar en la temporada en la que estamos, hay que ser prácticos.
Así pues, el resto, lo llevaré a mi trastero en el centro. Seguro que lo voy a dejar perfectamente organizado y mi armario me lo agradecerá.
Pero, ¿Cómo puedo organizar el cambio a un trastero?
- En primer lugar, empezaré lavando cuidadosamente la ropa que quiero almacenar y metiéndola en cajas una vez que esté bien seca, para evitar problemas de olores.
- Una vez tenga la ropa lista, la iré guardando en cajas. Cada caja la etiquetaré con todos los detalles posibles de su contenido para que luego no me surjan dudas.
- A continuación, pondré bolsitas antipolillas para proteger bien las prendas.
- Y finalmente, colocaré mi ropa en burros, en cajas o en estanterías a largo de mi trastero creando así un segundo vestidor auxiliar.
No te lo pienses más y haz como yo! Alquila un trastero en el centro de Zaragoza después de las rebajas, te va a ayudar mucho a organizar y renovar de nuevo tu armario. Consúltanos y te informaremos.