Viajar con niños es una experiencia única, recorrer distintos lugares con ellos y verlos disfrutar, como padres no tiene precio. A su vez, ellos están felices de pasar tiempo con nosotros al mismo tiempo que lo pasan bien. Pero lo que a priori puede ser una experiencia maravillosa, se puede convertir en una pesadilla si no tenemos en cuenta una serie de consejos a la hora de viajar. Un viaje largo, ya sea en coche o en avión, puede ser muy pesado para un niño pequeño y llegará un momento en que quizá no atienda a razones y acabemos pasando un mal rato. Tanto la familia, como los otros viajeros que nos acompañan.
Otro aspecto a tener en cuenta antes de partir es la organización de las maletas. Con niños pequeños, no debemos dejar nada al azar, pero tampoco exagerar de precavidos. Sólo debemos estar preparados para cualquier imprevisto que pueda surgir durante nuestro viaje. Desde Te lo guardo! de damos una serie de consejos para ayudarte en la tarea. ¡Esperamos que sea de utilidad!.
Ideas para hacer más agradable la experiencia de viajar con niños
- Elige el destino adecuado: Tú mejor que nadie conoces a tus hijos; sus gustos, aficiones y si son o no capaces de aguantar largas caminatas. Si no quieres caras largas y protestas durante todo el tiempo, debes intentar planificar un viaje que realmente haga disfrutar a toda la familia.
- Planifica el viaje: Dependiendo del destino, quizá tengas que hacer trámites adicionales: Obtención de pasaporte y/o visado, vacunas si el país es de riesgo, etc. Hacer todo esto con tiempo te evitará prisas de última hora.
- Decide el modo de transporte: Tren, coche, avión… Sin duda, el tren (AVE) es uno de los medios de transporte más cómodo para viajar con niños: No hay largos tiempos de espera ni existe facturación y una vez en el tren, pueden levantarse, recorrer el tren de arriba abajo e ir a la cafetería. Sin duda, si es factible, es la mejor opción. En el caso de que viajéis en coche, debéis planificar las paradas y si los niños son mayores, informadles de ello antes de comenzar el viaje. Así sabrán lo que les espera y no se cansarán tan pronto. Otra posibilidad es que optéis por el avión: En caso de viajes largos, intentad que el vuelo se desarrolle durante la noche. De esta forma, pasarán la mayor parte del tiempo dormidos.
Independientemente del modo de transporte elegido, en todos los casos debes llevar entretenimiento para ellos: Ipads para ver películas o dibujos animados, juguetes, pinturas para colorear, snacks saludables (frutos secos, fruta, yogures…) También puedes preparar regalitos sorpresa que se irán entregando cada cierto tiempo y en función del comportamiento mostrado hasta ese momento (sobres de cromos, gomas para el pelo, libretitas… etc) De esta forma, tendrán una motivación adicional para estar tranquilos en el viaje.
- Organización de las maletas: Es difícil hacer la maleta de un niño. Si te dejas llevar por los “por si acaso”, entonces necesitarás varias de tamaño extra grande. Por eso, lo ideal es comenzar haciendo una lista de la ropa realmente necesaria en función del número de días y de si tienes posibilidad o no de realizar algún lavado. Detalla el número de Pantalones, camisetas, jerséis que realmente va a necesitar el niño y no te salgas del guión una vez comiences a llenar la maleta. Si quieres comodidad extra en el destino, agrupa por días de la semana la ropa de cada día y métela en una bolsa de plástico para cada día (Lunes, Martes, Miércoles…). Por la mañana, no tendrás que pensar en nada más que en seleccionar la bolsa del día de la semana que corresponda. Otro punto aparte es el botiquín: En este caso, no está de más llevarnos aquellos medicamentos que deban ser administrados en caso de una urgencia (Dalsy, apiretal, Arnika, antihistamínicos…) Recordando que en caso de viajar en avión, el máximo permitido a bordo son 100 ml por envase.
En el caso de llevar un bebé que todavía usa pañales, a no ser que vayamos al lugar más recóndito del planeta, no será necesario llevar los pañales desde casa para toda la estancia, bastará con llevar unos pocos para el primer y segundo día. Seguro que nos resulta sencillo encontrar un supermercado donde abastecernos.
- ¡Y por último…Disfruta! Quizá no todo salga exactamente como lo has planeado. En ese caso, mantén la calma, respira y piensa si realmente tiene tanta importancia como para estropear el viaje. ¡Seguro que no!